¿Que es?
Síndrome de inmunodeficiencia
adquirida (SIDA), conjunto de manifestaciones clínicas que aparecen como consecuencia de la depresión del sistema inmunológico
debido a la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
Una persona infectada
con el VIH va perdiendo, de forma progresiva, la función de ciertas células del sistema inmune llamadas linfocitos, lo que
la hace susceptible a diversas infecciones como neumonías o micosis. En algunos casos, estas infecciones pueden llegar a provocar
la muerte o el desarrollo en el paciente de diversos tipos de cáncer.

Fase de infección aguda: Los pacientes experimentan, al cabo de unas tres semanas de haberse infectado con el virus,
síntomas pseudogripales como fiebre, cefalea, eritema, linfoadenopatías y sensación de malestar. Estos desaparecen
al cabo de una o dos semanas. Durante este periodo el VIH se multiplica. Los individuos son altamente contagiosos durante
esta fase.
Fase asintomática: (diez años o más). Durante
este tiempo, el virus continúa replicándose causando una destrucción progresiva del sistema inmune. El recuento de linfocitos
suele ser normal.
Fase sintomática precoz: Se inicia el desarrollo
de síntomas de enfermedad clínica y suelen aparecer infecciones oportunistas leves.
Fase denominada SIDA o fase de enfermedad
avanzada por VIH: Aparecen las infecciones y tumores definitorios del síndrome de inmunodeficiencia adquirida.
Modo de Transmisión



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Contacto directo a
través de sangre contaminada, semen y otras secreciones sexuales. El virus
presente en los flujos sexuales de hombres y mujeres infectados, puede pasar a la corriente sanguínea de una persona sana
a través de pequeñas heridas o abrasiones que pueden originarse en el transcurso de las relaciones homo o heterosexuales.
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El uso compartido de agujas o jeringuillas
contaminadas con sangre infectada. Este modo de transmisión afecta principalmente a los drogadictos adictos a drogas intravenosas.
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Desde la madre infectada
al feto por la placenta y al recién nacido a través de la leche de la madre.
Tratamiento

Existen diversos tratamientos muy efectivos para luchar contra las distintas infecciones oportunistas que se originan
en el SIDA. Con estos tratamientos se consigue mejorar tanto la calidad de vida como la supervivencia de los enfermos. Distintas
medicaciones frente al microorganismo Pneumocystis carinii han permitido reducir drásticamente la incidencia de esta
infección, así como su alta mortalidad. Varios tipos de fármacos antifúngicos, como la anfotericina B y el
fluconazol, son enormemente efectivos. El ganciclovir y el foscarnet se utilizan para luchar contra la retinitis producida
por los citomegalovirus, así como para tratar otras patologías producidas por herpesvirus.
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